Lo diré una sola vez más: Que ningún indio ponga el pie jamás en las colinas afganas, o deberá atenerse a las consecuencias.

Sois libre de defender vuestras tierras, pero no me gustaría saber que vuestros ejércitos entran en Afganistán. Y lo sabré.

Los últimos acontecimientos, han llevado la atención de todo Oriente a la frontera entre las tierras indues y el inicio de las tierras del Islam. La guerra entre la cultura Chauhan y los Guridas, comenzó años atrás, pero, a pesar de que los líderes de ambas facciones han cambiado, la guerra sigue abierta y la llama de esta se aviva una vez más.

Cientos de opiniones y discrepancias surgen al respecto. ¿Quién profano las tierras de quién? ¿Quién asaltó a quién? No parece tenerlo nadie claro, y menos los hombres que juegan sus vidas en el campo de batalla.

Por esto, creyendo que no se trata más que de un mal entendido, más que engorroso ciertamente, os invitamos al Sultán Gurida y al Maharajá Indú a Tierra Santa, a Jerusalén. En la embajada de nuestro Palacio de la Torre de David, confiamos en que podamos llegar a una paz consensuada y estable entre ambos pueblos, pues sabemos que esta guerra acabará sumiendo consigo a otros muchos pueblos a la Guerra Total.

Esperamos vuestra llegada y allí procederemos si gustáis a buscar una solución justa y conveniente para ambas partes implicadas... Ya se ha derramado demasiada sangre...

Raimundo de Trípoli, Regente de Jerusalén en nombre de Balduino IV, Rey Latino y Monarca del Bajo Nilo.

Saludamos y deseamos al nuevo regente rey Prithviraj III, que halle la prosperidad, la paz, y sabiduria, que el buen Ala le sabra otorgar, en breve un diplomatico del Imanato, saldrá hacia sus tierras para ofrecerle comercio.

Desde Merv, la capital Korezmiana, el príncipe muestra su conformidad, en nombre de su padre el Shah Muhammad el Poderoso, ante el viraje político que parece estar viviendo el principado Chaujan.
Sin embargo, aún tenéis que demostrar que vuestras intenciones hacia nuestros amigos guridas y gaznávidas no son las mismas que las de vuestros predecesores. Por el momento, ya no vemos necesario enviar a un ejército a Afganistán en apoyo de los guridas, pero hasta que veamos qué tipo de política tenéis nuestra actitud hacias vosotros será más bien cauta.

Esperamos que vuestro reinado sea más propicio para vuestro pueblo que el del anterior líder.

Cancillería Korezmiana, Palacio Imperial del Shah, Merv.