Pero Niño. Fue terror de los ingleses y unos cuantos más. Fue Conde de Buelna, y aún hoy se puede visitar su torre.
Copio datos de la Wiki, para ahorrarme escribir xD:
http://es.wikipedia.org/wiki/Conde_de_Buelna
Atlántico [editar]En 1405 Carlos VI de Francia pidió ayuda al rey de Castilla para enfrentarse a Enrique V de Inglaterra, que había reanudado las hostilidades entre los dos países (tras la Guerra de los Cien Años) en un enfrentamiento por la posesión del Ducado de Guyena. Enrique el Doliente accedió a prestarle apoyo militar. Además, la situación le daba la oportunidad de acometer acciones corsarias de represalia contra Inglaterra, cuyos marinos, con la aquiescencia de su rey, estaban asaltando desde hacía tres años a naves castellanas que transitaban por el Canal de la Mancha en su ruta comercial hacia Flandes.
Guyena [editar]El monarca puso a disposición de Pero Niño tres galeras de guerra que habrían de salir de Santander, al tiempo que enviaba a Martín Ruiz de Avendaño a Bretaña, al frente de cuarenta barcos mercantes con escolta. Ambos capitanes debían luego reunirse para atacar conjuntamente.
Niño dotó a sus tres naves de una buena tripulación de marineros, galeotes, ballesteros y hombres de armas cántabros, además de pertrechos y víveres. De nuevo él mismo se puso al mando de una de ellas y su primo Fernando de otra. La tercera sería capitaneada por Gonzalo Gutiérrez de la Calleja. Desde Santander, y bordeando la costa del Golfo de Vizcaya, en cinco días la expedición llegó a La Rochela.
Hacia abril de 1405, el capitán castellano, al ver que Avendaño, con quien debía agruparse allí para partir después a Inglaterra, no acudía a su encuentro, decidió iniciar las operaciones por su cuenta. Tras reunirse con varios mandos franceses en La Rochela, acordó con éstos dirigirse hacia Burdeos, la capital de la Guyena en poder de los ingleses. La flotilla de tres galeras castellanas más dos chalupas francesas, llegó hasta las proximidades de la citada ciudad, demasiado bien guarnecida como para intentar una incursión en ella. Sin embargo, saqueó e incendió las dos riberas del estuario de la Gironda, también una posesión inglesa. Cuando los atacantes tuvieron noticia de la venida de una escuadra enemiga regresaron a La Rochela.
Cornualles [editar]En La Rochela Niño conoció al francés Charles de Savoisy, consejero, primer chambelán y caballero de honor de Carlos VI, aunque en aquel momento cumplía una pena de destierro por dos años de la corte, dictada a raíz de una querella con la Universidad de París. Los dos marinos se pusieron de acuerdo para atacar juntos puertos y naves ingleses. Savoisy contaba con dos galeras bien equipadas y tripuladas. Partió la expedición hacia el Canal de la Mancha, e hizo parada en Brest. Allá se encontraba Avendaño, que sin embargo se negó en redondo a acompañarles, actitud que Niño le recriminó enérgicamente. Continuaron su camino entonces las cinco galeras, que al poco tiempo sufrieron una fuerte tempestad que las dispersó de tal modo que no pudieron reagruparse por completo hasta dos semanas más tarde, en las islas de Abrevack.
Reparados los daños zarparon de nuevo, y en día y medio alcanzaron las costas de Cornualles. Se adentraron en la ría de Chanta (seguramente Saint Erth), lugar "muy rico, ca hera todo de mercaderes e de pescadores".[11] En tres horas trabaron combate con los defensores de la villa (de unos 300 habitantes), la saquearon por completo, la incendiaron y se llevaron dos barcos anclados en el puerto (que Niño envió a Harfleur).
Isla de Pórtland [editar]Niño y Savoisy acordaron proseguir el corso en dirección este por el Canal de la Mancha. Así hicieron y se presentaron frente a Dartmouth. El castellano sugirió atacar, pero el francés se opuso. Éste sabía que la plaza estaba fuertemente custodiada (máxime teniendo en cuenta que toda la región ya estaba sobre alerta) y en ella había muerto recientemente durante una incursión el famoso caballero francés Guillaume du Châtel. Niño insistió, pero finalmente se avino a aceptar el consejo de Savoisy.
Probaron fortuna entonces con Plymouth adentrándose en su bahía, pero su eficaz defensa artillera les obligó a desistir. Su siguiente objetivo fue Isla de Pórtland, península unida a la costa de Dorset por un estrecho brazo de tierra que quedaba cubierto con la marea. Ese momento de aislamiento de Pórtland fue el elegido por los atacantes para desembarcar. Su millar de habitantes corrió a refugiarse en unas cuevas cercanas. Cuenta Díez de Games que "los franceses que heran en la compañía començaron de poner fuego a las casas; e los castellanos non lo quisieron fazer poner; antes fizieron que non se pusiese más, porque la gente de la ysla hera pobre."[12] Sin embargo, cuando bajó la marea, cruzaron el istmo soldados ingleses que los franceses tuvieron dificultad para contener, y Niño ordenó desembarcar de nuevo a los suyos para auxiliarles. Juntos rechazaron la ofensiva hasta que una nueva subida de las aguas hizo que los ingleses, para evitar quedar encerrados, se replegaran hacia tierra firme. El enfrentamiento se dio entonces con arcos y ballestas, hasta que al caer la noche reembarcaron los franco-castellanos. El resultado final, claramente favorable a éstos últimos, fue de aproximadamente 400 enemigos muertos o capturados, y Pórtland y otras cinco aldeas próximas saqueadas por completo e incendiadas. Las crónicas francesas de la época dan gran importancia a esta victoria sobre tropas de Inglaterra, entre las que citan a 200 arqueros en línea, una formación de combate muy potente por aquel tiempo.
Las cinco galeras prosiguieron con sus ataques a la costa, a la que acudían también para proveerse de agua, leña y carne de los ganados de la zona, y "ansí yvan siguiendo la costa, cada día quemando e robando muchas casas e panes, e avían muchas escaramuzas con la gente de aquella tierra."[13]
Poole [editar]En eso se hallaba ocupada la flota combinada cuando se enteró de que se encontraba cerca de Pola (Poole), el señorío del marino y corsario inglés Harry Pay (Arripay para los castellanos), notorio por sus incisivos ataques a naves y poblaciones francesas y castellanas. Con el aliciente de cobrarse venganza ante tamaño enemigo en su propio feudo, la escuadra buscó el lugar en cuestión. Se situó frente a él una mañana de finales de septiembre de 1405. Savoisy desaconsejó el desembarco por los bajíos rocosos del litoral y la potencia de la guarnición. Ante la negativa de su colega, el capitán castellano decidió realizar la operación con sus propias fuerzas. Mandó a sus hombres en botes con órdenes de quemar cuanto pudieran sin detenerse a tomar botín, y así lo hicieron, recorriendo el trecho que separaba la orilla del pueblo. Los defensores pretendieron ocupar precisamente ese tramo de tierra para obstaculizarles la retirada, por lo que tuvieron que retroceder. Niño hizo desembarcar un segundo grupo al frente de su primo Fernando, que unido al anterior derrotó a la avanzadilla inglesa y continuó con la quema de toda la aldea. Varios resistentes ingleses se atrincheraron en una casa, que tras su toma resultó ser un almacén de armas y pertrechos, de los que se apoderaron los castellanos antes de incendiarla y dar por cumplida así la misión.
La retirada se complicó por un nuevo acoso enemigo y Niño hubo de bajar a tierra con el contingente de reserva. Aún así la pelea fue muy reñida, y la llegada de refuerzos rivales puso en serio peligro a los castellanos. Especialmente dañinos eran los arqueros, cuya acción continuada acabó por cubrir el suelo de flechas. Viendo los graves apuros que pasaban sus aliados, Savoisy acudió a socorrerlos con sus hombres, haciendo huir a los ingleses y posibilitando al fin el reembarco. Harry Pay no se encontraba ese día en Poole, pero sí su hermano, quien murió durante la jornada.
Una vez a salvo, los oficiales se reunieron a deliberar qué hacer a continuación. Todos coincidieron en que, dado que ya había entrado el invierno, lo más oportuno era dar por terminada la campaña y regresar a Francia. Niño aceptó la decisión, pero dijo que antes quería ver Londres. Los marinos franceses, que consideraron lógicamente que aquella era una idea descabellada, le condujeron hasta Southampton haciéndole creer que se trataba de la capital inglesa. Seguramente ni Pero Niño ni Díez de Games descubrieron nunca el fraude. Quizá el capitán pensara en emular al Almirante Fernando Sánchez de Tovar, quien en 1380, también al mando de una armada franco-castellana (aunque en aquella ocasión de veinte galeras), remontó el Támesis hasta Gravesend, a las afueras de Londres.
Tras detenerse brevemente en la Isla de Wight ("por saber qué tierra hera"[14] y ser expulsadas por arqueros) y en alguna de las Islas Anglonormandas (para reponer carne de ganado) las galeras anclaron en el puerto de Harfleur. Allí estaba Martín Ruiz de Avendaño, que volvió a tener otra fuerte discusión (si bien fue la última[15] ) con Pero Niño.
Sérifontaine y París [editar]En octubre los hombres de Castilla fueron a invernar al alojamiento preparado a tal efecto por sus anfitriones galos en las atarazanas de Ruán, sobre el Sena. Cerca de allí, en Xirafontayna (Sérifontaine, en Vexin), vivía el anciano caballero Renaud de Trie. Había sido chambelán de Carlos VI, miembro de su Consejo Real, Almirante de Francia y capitán de los castillos de Ruán y Saint-Malo. Ahora, ya alejado de cargos políticos, disfrutaba de un lujoso retiro dedicado a los placeres mundanos. Había oído hablar de Pero Niño y de sus andanzas, quiso conocerle y le invitó a su mansión. El capitán castellano acudió a la cita y pasó allá tres días. Díez de Games, también presente, describió la estancia en el palacio con profusión de detalles: el bosque, los jardines, los edificios, las gentes y sus diversiones y costumbres. Niño se enamoró de la joven esposa de Trie, Jeanne de Bellengues, de cuya belleza da fe Díez: "Yo vos digo que quien aquello vio [querría que] siempre durase, non querría otra gloria."[16]
Pasadas las citadas tres jornadas, Niño viajó hacia París a reclamar ante el Consejo de regencia el dinero prometido por el rey de Francia para continuar la colaboración castellana en la guerra. Allá, tras sucesivas dilaciones de los franceses, protesta por ello enérgicamente. Con intención de apaciguarle, es agasajado por los duques de Borgoña y Orleans, quienes le invitan a participar en justas. El castellano tuvo ocasión entonces de mostrar su gran destreza en este tipo de torneos, en los que derrotó a numerosos y notables caballeros, logrando con ello fama y admiración entre los asistentes, y que se hablara de él incluso en los ambientes cortesanos parisinos.
En torno a la primavera de 1406 Niño dejó la capital para reunirse en Ruán con Bellengues, quien había enviudado. A causa del luto de ella y las obligaciones militares de él, los enamorados acordaron darse un plazo de dos años antes de compremeterse en firme.
Última campaña [editar]Pero Niño y Charles de Savoisy se reunieron en verano para acometer una nueva campaña contra Inglaterra. A sus naves se sumaron tres barcones balleneros franceses, componiendo así la expedición ocho naves en total. A mediados de junio partieron de Harfleur en dirección a la costa oriental británica, pues la occidental ya estaba en alerta tras sus incursiones en ella el año anterior.
Con intención de asaltarla a la mañana siguiente, una noche se situaron frente a la villa de Orwell, pero un fuerte viento arrastró los barcos hasta el puerto de La Esclusa. Decidieron luego probar suerte con Calais, única posesión inglesa en la costa sur del Canal de la Mancha, pero la artillería de la guarnición les hizo retirarse.
Después se toparon en la mar con un convoy inglés de urcas, naos gruesas y balleneras al mando de Harry Pay, que en esos momentos estaba al pairo. En tales circunstancias, la flotilla aliada, con más capacidad de maniobra, estaba en condiciones de atacar con éxito. Por ello el capitán castellano sugirió al francés hacerlo de inmediato, pero este lo desaconsejó arguyendo que el viento podría comenzar a soplar en cualquier instante, dando así al traste con la operación. No obstante, dada la insistencia de Niño, atacaron, primero cañoneando y lanzando flechas (lo cual fue respondido por el enemigo del mismo modo) y luego tratando de incendiar una de las balleneras, acercando a ella un cópano con alquitrán. Era la galera del comandante castellano la que se encargaba de esto último, cuando empezó a rolar el viento. Entonces contratacaron los anglosajones, ahora en clara superioridad, y las naves aliadas tuvieron que retirarse. Excepto la capitana, que había quedado atrapada entre rivales, por culpa de la obstinación de Niño en ejecutar su acción incendiaria. Finalmente fue rescatado por uno de los balleneros galos, quien mediante una hábil maniobra logró embestir al barco inglés que acosaba a la galera.
Los franco-castellanos atracaron en Crotoy para reponer agua y víveres, pero el mal tiempo les impidió zarpar de nuevo durante un mes. Savoisy se quedó sin dinero para pagar a su tripulación, por lo que tuvo que despedirse de Pero Niño. Este sí pudo seguir contando, sin embargo, con los tres balleneros, que no iban a sueldo sino a ganancia. Partieron finalmente las cinco embarcaciones, quienes, cerca del cabo de Caux se encontraron con una escuadra de seis balleneras normandas bien armadas, dirigidas por los hermanos Libuxieres. Como estos navegaban también dedicados al corso contra los ingleses, acordaron con Niño unir sus fuerzas para ir contra ellos.
Jersey [editar]Los normandos propusieron a Niño atacar la isla de Jersey, reclutando para ello hombres en la Bretaña, que embarcarían en unos 120 barcos de vela salineros que se encontraban por entonces en Batz. Atraída por el prestigio que había adquirido Niño el año anterior, la gente de armas de la región acudió a la llamada. Entre ella sobresalía el caballero Héctor de Pontbriand.
Desembarcaron en la isla 2.000 atacantes (la mitad de ellos caballería), que se enfrentarían a 3.000 infantes y 200 jinetes. El primer embate fue de los ingleses, que lanzaron a su caballería ligera, la cual se topó con los ballesteros e infantes que Niño había dispuesto parapetados tras unos paveses. Aquellos se retiraron entonces, y los segundos les persiguieron, aunque desordenadamente. A continuación atacó la caballería pesada anglosajona, que chocó contra la formación acorazada central franco-castellana. Después se dió un intenso combate cuerpo a cuerpo, que amenazaba con concluir con un elevado número de bajas y sin un resultado satisfactorio para los invasores.[17] Por ello Niño, junto a 50 hombres destacados, derrocó al pelotón del portaestandarte inglés, dejando así sin guía al contingente enemigo, que, desmoralizado, huyó.
Pero Niño planteó a los oficiales la posibilidad de apoderarse de la isla, y estos lo consideraron inviable, pues pasaba por conquistar los cinco castillos fuertemente custodiados que había en ella, labor para la que no contaban con suficientes medios. A esto se añadía la proximidad de la armada inglesa, fondeada en Plymouth. Objetivo más fácil era tomar la villa mayor, pero los lugareños salieron al paso de la tropa y suplicaron reiteradamente clemencia al comandante castellano. Al final, este les impuso un pago de "diez mil coronas para repartir a la gente darmas"[18] y un tributo anual (esto último más bien simbólico, dada la dificultad de su cobro), y abandonó Jersey con destino a Brest. Allá pagó a los hombres, de sobra satisfechos teniendo en cuenta el botín (ganado, bienes personales, armas, rehenes, etc.) saqueado por su cuenta en la isla.
Yo entraría en principio por ahí y con Blas de Lezo, que tb les hizo mucho daño a los ingleses como han mencionado otros foreros.
Un saludo.