Mi quediro "Imperatore",
Desde vuestra vecina península Iberica saludamos a un hermano latino, rey y unificador de la península Itálica, y nos congratulamos que vuestro reino haya prosperado y limpiado el mar de piratas y salteadores.
Por vuestras crónicas aventuramos que muy pronto seremos vecinos, y espero que vuestros deseos expansionistas no colisionen con los deseos de paz de mi pueblo, que no heredeis el espiritu saqueador de la facción que habeis extinguido, y que nuestras fronteras sean solo franqueadas por diplomaticos y comerciantes en aras del beneficio mutuo.
Se quedó pendiente con mi buen vecino Marroquí, un tema que espero que ahora acometamos juntos, y me refiero a la pacificación y (ahora con vos) la cristianización de Africa. Habeís demostrado ser muy hábil en el dos contra uno; y si aceptais el consejo de un viejo, espero que no sintais la necesidad de volver a demostrarlo.
Un cordial y prospero saludo.
Por Santiago y cierra, España!