Mi queridísimo Roi...
¿Cómo teneís la osadía de amenazar un enclave polaco sin tan ni siquiera declarar la guerra? Primero al noble pueblo Escocés, después al pacífico pueblo Bizantino y ahora a nosotros. Roi... ¿Sólo sabeís atacar a pueblos que están en medio de una guerra para que vos rapiñeís enclaves sin resistencia o que no son poderosos cómo otros Reinos?
De todos modos, esta vez la jugada de ataque por sorpresa no os ha salido bien con Polonia. Y no os voy a engañar, los informes de esta batalla no han sido nada favorables para vos.
Todo vuestro ejercito en Escandinavia ha sido aniquilado por completo, no ha quedado nadie con vida y los supervivientes que quedaron huyeron cómo ratas cobardes uníendose a los rebeldes de la zona, incluso ambos generales al mando del ejercito francés: Marcel des Roches y Gerbert de Tarante, fueron hallados muertos cuando se hizo el registro de cuerpos.
Sé que vos nos saldreís con la excusa de que no pretendíais atacarnos, que soís pacífico, etc... pero no somos tontos cómo para creernos esa mentira por lo que tomároslo cómo un ojo por ojo por lo que le hicísteis a Escocia y a Bizancio. En cualquier caso, nos hemos tomado la molestia de evitar sustos en la retaguardia cómo comprendereís y además... que ya era hora de que alguien hiciése pagar con sangre francesa, los traicioneros ataques a Bizancio y a Escocia.
Sin más, Le Roi. Seguíd quedando en evidencia delante de toda Europa que se os dá muy bien.