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TEMA: Marrakesh

Marrakesh 18 Sep 2009 03:42 #35279

  • Airamand
  • DESCONECTADO
  • Samurai Nodachi
  • Temas: 283
"Hacía un calor insufrible. Nuestros ropajes hechos de lana y esparto nos producía un picor en todo el cuerpo que no podíamos soportar. Muchos de nosotros aprovechamos un descuido del capitán para tirarlas a la hoguera y sustituirlas por las suaves telas almohades recién saqueadas a los moros. Otros abandonaron parte de sus armaduras en sus nuevas casas andaluzas... y partimos a la nueva campaña desprovistos de la más simple protección... y así nos fue." - Celedonio Ramirez, Arquero del primero de Tolosa.

"Ya era hora de que se marcharan, no hacían sino emborracharse, fornicar, y buscar peleas en los callejones. Se les había acabado la soldada y pretendían comer gratis. Ja!, como hecho de menos a mi querido y educado Mustapha" - Demetria (sin apellidos), Tabernera de Alicante.

"Yo siempre lo he dicho, no era el momento más adecuado, solo a una persona sin linaje se le ocurre iniciar una campaña en pleno invierno" - Sebastian Alvarez-Fernandez de Estrada y Estrada, Caballero Autónomo del segundo de Caballería Pesada de Toledo.

"Mi papi dice que pronto volverá a recogerme y viviremos en un palacio adornado con las cabezas de los moros." - Felipito, infante del orfanato de Fray Leopoldo del Pisuerga.

"El diablo está con ellos, yo lo he visto. Si me pagais una cena os contaré cómo perdí esta pierna. Todo empezó aquel día..." - Segismundo Umpierrez, Mendigo de Cádiz, desertor de la infantería de León.


Desprotegidos, desmotivados, desentrenados, excesivamente confiados, y muy pronto también desmoralizados. Así comenzó la campaña africana del ejercito de Hispania; pero no fue sólo la mala gestión de los generales, también la pericia del ejército moro influyó notablemente en el trascurso de los acontecimientos.

El rey Airamand había llamado a su corte a sus mejores generales, para brindar por el éxito, la suerte y el botín que pronto se adjudicaría. Allí se encontraba su fiel Vaasco, y lo mejor de la antigua nobleza castellana, así como los nuevos nobles nombrados a raiz de las últimas conquistas. El lujo y la abundancia se despilfarraba a diestro y siniestro por unos nuevos ricos que no sabían contener su lujuria.

Y así, mientras la alta jerarquía militar vendía la piel del oso antes de cazarlo, el ejercito comenzó el trasiego de cruzar el estrecho de Algeciras, a los mandos de bisoños capitanes ávidos de hacerse notar para recibir un pronto ascenso, tan frecuente en época de guerra.

El capitán Bermúdez de Cordoba, quiso adelantarse y animó a su columna a explorar las faldas de los montes del Atlas, bajo un sol abrasador a pesar de encontrarnos en las primeras semanas de noviembre. Confiado y descuidado no observó la tenue sombra de humo que se elevaba sobre un pequeño bosquecillo a la derecha del camino, y lo tomó por una nube de arena levantada por el viento. Inesperadamente, una segunda nube de flechas surcó el cielo proveniente del bosquecillo, y el silbido de las saetas se mezcló con el aullido de los moros y el chillido de los heridos.

D. Bermudez de Cordoba fue sorprendido por lo que pensó que era una avanzadilla en misión de caza, y no se apercibió de las numerosas bajas que sufrió en los primeros momentos. Mientras se disponía a efectuar un contraataque de escarmiento, ordenó a uno de sus más jóvenes jinetes que diera aviso a los que estaban desembarcando que andaran con cuidado.

Pronto en la costa se corrió la voz de que habían empezado las escaramuzas, y los más valientes y rápidos caballeros partieron sobre sus corceles en busca de sangre y fama. Galoparon raudos por encima los cadáveres de sus compañeros caidos sin apercibirse de la sangre que brotaba a borbotones por diferentes sitios del cuerpo de D. Bermudez y su escolta. La carga contra un enemigo invisible parapetado en el bosque fue tan brutal como ineficaz, y los castellanos seguían perdiendo hombres en sus alocadas correrías, mientras el enemigo, ordenado y disciplinado, tejía su propio destino.

Al caer la noche, los únicos progresos los habían realizado los marinos al lograr desembarcar a la casi totalidad del ejercito; pero tierra adentro, el avance fue nulo, y los animales nocturnos empezaron a cobrarse su propio sustento desgarrando y rapiñando de los multiples cuerpos mutilados de los caidos, como así lo atestiguaron los nuevos exploradores que con cautela se habían desplegado en los alrededores, y con frescas nuevas volvieron al campamento al amanecer.

Descubrieron que un fuerte contingente moro, un ejercito tan numeroso como el castellano, se encontraba acampado en la costa detrás del bosquecillo, en las afueras de la aldea portuaria que acogía al puerto comercial y militar de Marrakesh. A salvo del embate del Océano Atlantico estaba fondeado una impresionante flota de barcos, que estaban siendo calafateados y aprovisionados para lo que podría ser un largo viaje o una larga campaña militar.

Oportunamente, los castellanos cesaron las hostilidades en tanto en cuanto sus generales no trazaran un plan, y se hicieran cargo del mando de la inevitable batalla. Mientras tanto, los moros tampoco hicieron ningún intento de abandonar sus quehaceres, y bien pertrechados y guarnecidos esperaban el momento de embarcar.

Vaasco nuevamente fue encomendado a tomar las riendas del ejercito. Estudió concienzudamente los pormenores relatados por los supervivientes. La caballería era del todo inadecuada en un terreno arenoso. El enemigo conocía las tácticas castellanas de combate. A pesar del invierno, el calor seguía siendo sofocante y las armaduras se calentaban como hornos de arcilla. Numéricamente ambas formaciones estaban igualadas. Y el factor sorpresa había corrido en favor del infiel. No quedaba sino esperar el momento adecuado.

En el horizonte crecieron como flores silvestres sobre el ancho mar, las velas cuadradas con el castillo Rojo sobre fondo amarillo del estandarte y baluarte del ejercito español: el moro estaba rodeado por tierra y por mar, y solo restaba esperar a que se dividiera. La tripulación del buque insignia del Almirante Estebán, la coca "Santa Marta", hizo señas a los hombres de tierra indicando que iba a iniciar los relevos de su flota para un asedio constante al puerto.

Mientras la espera se hacia larga y tensa, un curioso descuido moro hizo que se aceleraran los acontecimientos. Temiendo que el puerto cayera en manos católicas, los moros habían inciado la demolición de la defensas portuarias, en una clara política de tierra quemada. Sin embargo, dicho acontecimento fue considerado como prematuro por los analistas cristianos, que consideraron un presagio favorable para iniciar las hostilidades. Los combates en tierra se iniciaron entre ambas facciones, y fueron multiples a lo largo de una extensa línea de batalla donde ambos se emplearon a fondo. Tan sangrientos como heroicos, Allah y Dios quedaron complacidos por la entrega de sus seguidores, y por acoger tantas almas en sus senos en una sola contienda.

Con austeridad, los moros fueron entregando poco a poco el terreno, la ferrea defensa del centro moro se replegaba en apretadas filas, mientras su retaguardía se embarcaba con disciplina y los flancos eran inexpugnables. A pesar de las bajas, el ejercito moro seguía siendo una amenaza para la seguridad de la península, y una vez hechos a la mar, los caballeros castellanos fueron del todo ineficaces para frenarlos.

Airamnad pensaba de sus soldados, que si este era el ejercito que pretendía conquistar el mundo, mucho tendría aun que aprender, y en la mente del soberano se fue fraguando poco a poco la idea de construir mejores academías en las principales ciudades.

La sorpresa y el golpe de gracia vino, como no, de la mano de los mercenarios. Marcaron la diferencia cuando se les solicitó el abordaje de los barcos moros que aun permanecían en la bahía. Por alguna extraña razón, hasta los barcos que estaban más alejados volvieron sobre sus pasos, entrando de nuevo en puerto para defender con sangre y fuego a la nave de mayor tamaño, que se había quedado rezagada. La resistencia mora, que antes era una dura e interminable procesión, se había convertido en un juego de niños. La flota española atacó duramente a la vanguardía mora, que ahora mostraba sus popas, las embarcaciones se tropezaban unas con otras impidiendo el uso de los remos, y los aparejos se enredaban cual maraña de cabos sin sentido. En un abrir y cerrar de ojos, el mar quedó en calma, el ruido cesó, y solo los vitores y clamores castellanos que explotaron de júbilo rompieron el repentino silencio.

Entre los restos del multitudinario naufragio, se recogió el cuerpo sin vida de un diplomático moro, y entre sus ropajes se le intervino un documento sellado y firmado por el mismisimo Airamand I, un salvoconducto para navegar libremente por el océano con rumbo a Escocia. El rey Airamand llamó a su general Vaasco en privado para intercambiar opiniones.

- ¿Puedes darme alguna explicación, mi leal consejero? - solicitó el soberano a su general.
- Señor, si me permitis, ese documento fue solicitado por vuestro amigo Edwar el hijo de Breogham I de Escocia.
- Si, si, recuerdo las circunstancias - Asintíó el rey, visiblemente contrariado.
- Cierto es, señor, vuestro amigo solicitó dicho salvoconducto, solicitando que dejaramos avanzar a la flota mora que se dirigía hacia Escocia.
- Eso ya lo sé, y también recuerdo que fue entregado el documento en la costa próxima a Lisboa, muy al norte de este paralelo.
- Si la flota iba rumbo al norte, en una misión pacífica, y llevaba en sus camarotes el séquito de un ilustre diplomático ¿porqué nos la encontramos nuevamente en el sur, embarcando a un ejercito capaz de conquistar media Castilla, y con ese salvoconducto bajo la manga? - Increpó el soberano.
- Vereis señor, la solicitud del escoces era para permitir el paso de la tropa andalusi.

Las sospechas de que al rey escoces le gustaba jugar a doble banda, caminando sobre la cuerda floja al filo de la traición, tal y como había apuntado el soberano francés Le Roi, vagaron por la mente de ambos, pero ninguno se atrevió a manifestarlas públicamente.

- No entiendo porqué el escocés no desmintió la interpretación que le dimos a su solicitud. En todo momento sólo hablamos de flota, nunca de tropa.
- Señor, es posible que la confusión de lenguas haya entorpecido el entendimiento por ambas partes. El ataque a la tropa mora fue desarrollado en tierra a raiz de una emboscada pertrechada por ellos mismos, y por lo tanto carecián del derecho de tregua. Si el ejercito moro se refugió en las bodegas de los barcos, fue a raiz del del primer combate. Nos encontramos en un dificil dilema.
- A ver, mi fiel amigo, recapitulemos. ¿Qué posibilidades había de que escoltasemos a dicha flota, haciendo valer el salvoconducto?
- Ninguna, señor.
- y ¿Que posibilidades tenía la flota de llegar hasta Escocia y desembarcar su ejercito en ayuda de su aliado?.
- Me temo que ninguna, señor. Es un largo viaje, y según nos informan nuestros agentes, el ejercito escocés era una sombra de lo que fue, y se enfrenta a uno de los ejercitos más poderoso de Europa. Tanto Escocia como el reino Moro desaparecerán antes de que esa flota hubiese llegado tan siquiera a la mitad de su destino.
- Por lo tanto, ¿qué otro destino puede tener esa flota, cargada con esa tropa?
- Una vez hecha a la mar, es imparable, hubiera podido hundir nuestros barcos, y cualquier cala de la costa peninsular podía ser una cabeza de playa para un desembarco con consecuencias irreparables.
- Pero eso iría en contra de nuestro acuerdo. Entonces, ¿para que solicita nuestro amigo dicho salvoconducto?
- Si las intenciones de la flota eran para menesteres diplomáticos, como así presupusimos, ha perdido un tiempo valioso poniendo rumbo sur. Además de lo lento que se haría el viaje por el excesivo peso que la tropa y sus menajes repercuten en la navegación de cabotaje.
- ¿Pensais que era idea del Rey Moro flanquearnos?
- Lo dudo, majestad, el rey moro siempre ataca de frente.

Y con esas palabras, y ante la ausencia de respuestas coherentes ante tan difícil dilema, El rey castellano se encogió de hombros, dispuso las ordenes oportunas para montar a caballo, y liderar el mismo el asedio a la Capital. Lo único cierto de todo era que se trataba del tercer magnífico ejercito que se hundía en las profundidades marinas en menos de una década.

Mientras se acercaba con cautela a Marrakesh, un pequeño grupo de soldados de Elite mora los emboscaron en un nuevo ataque sorpresa, esta vez liderados por el propio sultán Stelios. En una clara desventaja numerica de diez contra uno, el joven sultán logró causar numerosas bajas antes de replegarse en orden hacia su capital. La guardia personal del Sultán galopaba en sus blancos purasangres perseguidos por los infantes hispanos, cuando tuvieron que detenerse a las puertas de la capital pues el paso estaba bloqueado por el cuerpo especial de ingenieros del General Alfredo de Pontferrada, que al mando de la caballería pesada y los Jinetes de Toledo se había adelantado a su ejercito y estaba iniciando la construccion de las maquinas de asedio.

Otra carnicería humedeció la arena del desierto de rojo escarlata. La guarnición de la capital salió en defensa de su soberano, al encuentro del enemigo, que llegaba en número cada vez más creciente al campo de batalla. Una vez Stelios pudo franquear el portón del castillete norte, lo que quedaba de su ejercito le cubrió la retirada replegandose tras el. Más no hubo tiempo de trancar bien las puertas, y saltaron de sus goznes ante el empuje brutal de la horda hispana.

Marrakesh cayó antes del anochecer. La población fue saqueada sin vacilación ni piedad. La mitad del ejercito hispano que quedó con vida, dió santa sepultara a la otra mitad que pereció en una de las campañas más sangrientas de la reciente historia europea.

Re: Marrakesh 18 Sep 2009 05:27 #35282

Re: Marrakesh 18 Sep 2009 05:55 #35283

  • Berdi
  • DESCONECTADO
  • Cuestor
  • Temas: 27
:acdc: :acdc: :acdc:
¡Muy Buena!

Re: Marrakesh 18 Sep 2009 12:29 #35319

  • Jossinson
  • DESCONECTADO
  • Caballería Yari
  • Temas: 469
ke currada de historia asi da gusto

Re: Marrakesh 18 Sep 2009 16:09 #35329

Genial idea lo de las citas ;) Muy muy buena crónica!

Ciñendonos al tema... No me ha quedado claro lo del "salvoconducto" o alguno me la ha liado o no te he sabido entender... En ningún momento he estado jugando a dos bandas y podeis jurar dos mismo que siempre os he planteado las cosas con toda la claridad posible.

Quieres decir que yo solo buscaba que el Sultán moro os invadiera por la espalda? Puedo afirmar que No. Solo vuestra es la decisión de creerme. Si el moro realmente pensaba actuar así, afirmo que no tenía idea alguna y en ese caso, si se demuestra que el plan era ese, me sentiré engañado de nuevo y solo ante las pretensiones francesas.

Re: Marrakesh 18 Sep 2009 17:23 #35332

  • Airamand
  • DESCONECTADO
  • Samurai Nodachi
  • Temas: 283
Estimados Edward y Stelios III,

De haber sabido que se trataba de embarcar tropa armada, nunca hubiese firmado el salvoconducto. Creemos que ha sido una lamentable confusion a tres bandas, supongo que debido a las precipitaciones por encontrar una salida a vuestras actuales situaciones.

Mas el trascurso de los acontecimientos, nuevamente vuelven a enturbiar lo que pudo haber sido y no fue. Las sospechas siempre estarán en el aire sin terminar de convertirse en acusaciones por un lado, ni demostraciones de lo contrario por el otro. Confiamos en que la buenas relaciones de los espíritus que nos animan, vuelvan pronto a su curso, tal vez en otro... digamos contexto o campaña militar: "¿que tal una de orcos?"

Airamand I de Hispania.

P.D. Gracias a todos por vuestras consideracion al molestarse a leer este ladrillo. :amr:
P.D.2. : Si jugamos una nueva campaña submarina, Stelios e Isma juegan con ventaja. :rda:

Re: Marrakesh 18 Sep 2009 19:36 #35339

Parece que los mares son harto peligrosos en estos tiempos. Sin duda, el salitre y la cercania al fin del mundo hacen que las aguas más Occidentales de nuestro mar confundan la mente de los hombres y enturbien el entendimiento de sus capitanes.

En Bizancio estamos contentos de tener nuestro propio mar. Sin duda, estar situados en el mismísimo centro de la tierra, y por tanto del Universo, es una ventaja que no habíamos sabido apreciar hasta estos dias.

Grandes historias se cuentan de las batallas entre moros y cristianos, allá por la lejana Hispania. Lamentamos la perdida de tantos grandes hombres pero celebramos que las noticias lleguen hasta nuestra corte y no podemos menos que contratularnos de que , al menos en apariencia, la amistad entre los reyes de Castilla y Francia sea cada día más fuerte.

Dios os bendiga a todos.

Re: Marrakesh 18 Sep 2009 21:17 #35344

  • Stelios
  • DESCONECTADO
  • Katana Kensei
  • Temas: 909
Bueno, como bien dijo Ismaylive, no hay pruebas que puedan demostrar que ninguna de las dos bandas tiene la razón, y, no quiero iniciar un larguísimo conflicto que ponga en duda la palabra de uno de los dos con Airamand. Tengo un enemigo de dos pares de cojones, para quitarse el sombrero, muy deportivo. Y, como he dicho, no se puede demostrar nada, no hay pruebas para nada. Yo, de todas formas, doy mi palabra, de que, de verdad, mi ejército no tenía por objetivo acabar con ningún toro, si no con un delfín...
(De ahí el que ahora estén debajo de agua, para poder pillar al delfín antes... )
Muchos creen que el tiempo es como un río, que fluye seguro y veloz en una dirección. Pero yo le he visto la cara al tiempo, y os aseguro que no es así. El tiempo es un océano en medio de la tormenta… Os preguntaréis quién soy. Venid, os voy a contar una historia como ninguna otra que hayáis escuchado antes…

Re: Marrakesh 20 Sep 2009 22:04 #35422

  • Airamand
  • DESCONECTADO
  • Samurai Nodachi
  • Temas: 283
Mis queridos reyes y amigos,

No tengo suficientes palabras para agradecer la consideracion que teneis todos hacia nuestra corona. En respuesta a las alabanzas y parabienes del Soberano de Bizancio, solo quiero manifestar que en el corazón de el rey de Hispania hay espacio para corresponder con la amistad de todos los soberanos europeos, y especialmente con un soberano tan noble y tan finos y educados modales como el Ilustre Mandoniologo I.

La expedición que partió hace unas décadas de Hispania, y que lamentablemente sufrió la perdida de la infanta (tal y como cuentan las crónicas), estrá muy proxima a llegar a vuestras fronteras bizantinas, espero que sea bien acogida.

Un cordial y afectuoso saludo.

Re: Marrakesh 21 Sep 2009 12:05 #35452

Ya esta preparada la capital para recibir a la expedición castellana, que será recibida en nuestras tierras como si se tratara de nuestros propios hermanos.

Dios os guarde, Airamand de Castilla.

Re: Marrakesh 22 Sep 2009 18:36 #35529

Stelios escribió:
Yo, de todas formas, doy mi palabra, de que, de verdad, mi ejército no tenía por objetivo acabar con ningún toro, si no con un delfín...


Gran Califa, ¿queréis decir que vuestro reino, asediado por las fuerzas castellanas y tocado de muerte, embarca sus mejores hombres para enviarlos a luchar en otra guerra? :bab:

Re: Marrakesh 22 Sep 2009 19:45 #35533

Efectivamente estimado Delfín, que el Señor Stelios pretendía decir eso (me alegra saber que vuestras capacidades de interpretación siguen en perfecto estado ;) ).

Aunque no lo creais, hay gente que SÍ cree en el honor :v:

Re: Marrakesh 22 Sep 2009 20:02 #35534

CeltíberoIsmaylive escribió:

Aunque no lo creais, hay gente que SÍ cree en el honor :v:


...y dale el niño con la matraaaca. ¿Pero Isma, acaso nosotros hemos sido aliados? Te propuse un acuerdo, no lo aceptaste porque querías todo para tí: escandinavia, Dinamarca, las islas británicas y encima me pedías un territorio mediterráneo sin ofrecer N A D A, petición extraña viniendo de una facción que no estaba en disposición de exigir. No hubo alianza. ¿te ataqué por sorpresa? Sí. ¿Te has sentido traicionado? Lo siento, para mí fue un acto preventivo, no estaba dispuesto a que me ocurriese lo mismo que con Kraken en la otra campaña. Léeme los labios
" n o - é r a m o s - a l i a d o s " .

Punto pelota. :zzz:

Re: Marrakesh 22 Sep 2009 20:19 #35535

OFF:

CeltíberoMencey escribió:
Al tema personal preferiría no entrar, que como bien repites en otras ocasiones, esto es un juego. Te recuerdo tu insistencia en el roleo.


CeltíberoMencey escribió:
Y ese palo quedó reflejado en una sarta de posts en los que volqué toda mi bilis, cierto es, pero nunca contra Kraken ni su forma de ser, sino roleando contra el Califa.


Que ya lo se pesado! :mrgreen: Pero desde mi punto de vista de roleo ha sido una traición como una casa. No te estoy increpando nada a tí CeltíberoMencey, solo a su Majestad de Francia ;)

Por favor no nos salgamos de contexto y no sigas tu mis errados pasos ahora :VP:

Re: Marrakesh 22 Sep 2009 21:32 #35540

  • Airamand
  • DESCONECTADO
  • Samurai Nodachi
  • Temas: 283
y volvemos a lo mismo.

En cualquier post de este foro, no importa el tema, Edward, siempre y solo hablas de lo mismo.
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