Voy a mitad del capítulo ocho. La obra tiene sus mas y sus menos. No quisiera hacer una crítica destructiva, sino todo lo contrario, porque hay cosas muy buenas que deberían tener una continuación, y no perderse en una carrera de obstaculos. Por otro lado, soy un simple lector aficcionado, espero que mi contribución enriquezca a Idibil y su obra.
Hay momentos del libro que cautivan mi antencion, me entretienen, y son agradables para pasar un rato leyendo, disfrutando de un viaje en el tiempo.
Encuentro los primeros pasos del primer capítulo escritos con aparente cierta prisa por entrar en detalle, y parece que estamos ante el resumen de unos acontecimientos. Pienso que se podría sacar más partido de las primeras escenas. Estan narradas muy fugazmente, usando frases muy cortas, muy acertadas con un vocabulario rico, pero sin profundizar en materia.
En el aspecto general, me pierdo un poco buscando el típico personaje en quien identificarse, pues el protagonismo lo asumen multiples actores sin una línea definida. Se convierte en un relato de hechos sin un hilo conductor. Me faltan los cuatro últimos capítulos, y volver a releerlo, para tener una idea clara de cuales podrían ser los personajes u objetos que representen este papel.
Sigamos...