Señor Regente de Jerusalen.
He solicitado a mi vecino que colocara ante su exelencia el asunto que ahora enturvia esta frágil paz. Bien lo ha hecho pero en otras palabras. Ha dado por hecho que el pacto firmado no tiene balides para el.
En mi posición mantengo mi palabra, pero declaro ante voz, mediador de este tratado, que no admitiré un ataque premeditado.
Pero bien quiero que escuche la cuestión que en el se discute, y como mediador dicte un concejo que con gusto será llevado a cabo.
El orden de los hechos:
1) (1er turno) Mi reino está en guerra con el reino Chaucha
2) (1er turno) Me lanzo a reconquistar Lahore
3) (1er turno) Las trospas Chauchan y Gúridas se enfrentan siendo derrotadas mis tropas y acedian un fuerte hubicado en Lahore
4) (2do turno) Refuerzo un ataque y derroto las tropas que acediaban el fuerte
5) (2do turno) Firma del tratado de Jerusalen
6) (2do turno) turno de Chauchan.
Mi vecino estima que no es justo que comenzando el segundo turno haya derrotado sus tropas y antes que llegara su segundo turno firmáramos el tratado de paz sin la posibilidad de vengar esa derrota. Quiero dejar en claro que si mis tropas en ese combate hubiesen sido las perjudicadas jamás hubiese Hecho reclamo alguno, pues en la defenza del fuerte mis tropas bien hubiesen podido perder la batalla, y en ese caso tampoco hubiese reclamado nada, pues lo veo como el curso natural de los acontesimientos, pero temeroso de que las viejas discrepancias nublen mi mente, coloco ante voz esta situación.
Mi vecino exije una indemnisación de 1500 florines y si usted lo cree justo serán efenctivamente pagados y colocados en el tratado para que quede claro que mi palabra se cumple cuando ha quedado escrita.
Saludos a Su Rey, y en mi tierra se preparan suaves perfumes para atender sus dolencias.
Paz