Al llegar la noticia de la muerte del sultán a los rebeldes asediados por los ejércitos de Amir Muhammad en la fortaleza de Pindi, sabedores estos de la resolución con la que el nuevo sultán pretendía expandir el Islam, rindieron armas y la fortaleza y se unieron gustosamente a su ejército y a su causa.
El Señor de la Guerra que controlaba Pindi hasta entonces, Hassan Al-Mahdi, fue encontrado asesinado en las caballerizas de la fortaleza, apuñalado mil y una veces y rodeado de los cadáveres de sus más fieles seguidores, pero Amir ni siquiera pidió explicaciones a sus nuevos hombres y se concentró en su siguiente objetivo, Mitankot.
Amir ya había avanzado tropas para explorar el asalto a Mitankot, pero lo que no esperaba es que al llegar allí con el grueso del ejército, se encontraría las puertas abiertas. Yusuf había realizado su cometido a la perfección, sobornando a la guarnición que controlaba los accesos a la pequeña ciudad. La batalla duró apenas unas horas y la ciudad fue tomada sin apenas bajas.
-Descansad un poco y tomad provisiones. Al alba partimos!!! - ordenó a sus generales apenas se certificó la victoria.
-Pero Amir, hermano, - le dijo su amigo desde la infancia Qutbuddin Aybak, el único que podía permitirse tutearlo en todo el ejército - ¿no crees que estamos yendo demasiado deprisa?
-No, hermano. - le contestó Amir pausadamente y con cierta tranquilidad - Lahore nos espera con las manos abiertas y tengo noticias de que esos sucios hindúes se encuentran cerca. No permitiré que ufanen la ciudad donde mi padre pidió ser enterrado!!!
En el fondo, Amir no deseaba esa guerra. Aún quedaban muchos territorios rebeldes gobernados por Señores de la Guerra por conquistar, pero el mero hecho de pensar que un sucio y mugriento hindú pudiera pasearse por encima de los restos de su padre, le ponía enfermo... además, Delhi era uno sus objetivos a largo plazo. Una ciudad de la que había oído explicar auténticas maravillas y que anhelaba controlar... y para llegar allí, antes necesitaba asegurar Lahore y cuanto antes, mejor.