...y así es como, coincidiendo con la celebración de la cristiana Pascua, el Gran Maestre de la Orden del Hospital de Santa Maria de los Teutónicos, pone fin a la santa cruzada contra la impía Lituania. Muerto el incauto rey, Regne I, y pacificadas y sometidas las poblaciones paganas, es solo cuestión de tiempo y dedicación el que la fe católica se extienda por los territorios que antaño formaron el reino de Lituania. Dios tenga en su seno a los grandes señores de los reinos que han participado en la cruzada. Dios salve a Klu, rey de Polonia, Alexander, rey de rusia, y al Kaiser Rukser, sacro emperador que rige nuestros destinos.
Celebremos también, con el mismo gozo y alegria, la conversión de Regne II al cristianismo y su concordancia en sentimientos y objetivos con la Orden. Como prueba de amistad y recta justicia, la Orden ha regalado los territorios de Parnu y Arensburg al joven conde Lituano para que los gobierne con rectitud y sabiduria, las mismas que ha mostrado acordando el pacto de vasallaje para con la Oreden. La Orden Teutónica protegera y velará por los interesses de su vasallo, el conde Regne II de Lituania. ¿Que más prueba de generosidad cristiana se puede pedir?¿No os brillan los ojos de la emoción que embarga vuestros jubilosos coraz....
Herr Krakken salió de la iglesia, dejando que el sermón del embravecido cura se perdiera a sus espaldas. Escupió al suelo , se sentó en un escalon y se perdió en sus pensamientos mientras miraba el sol, enrojecido todavía por el humo y el polvo de la batalla.
La guerra había terminado, decían. Davgaupils , la última fortaleza de los Lituanos Rebeldes había caido hacía días y los combates se reducian ahora a unas cuantas escaramuzas contra grupos de resistencia escondidos en los bosques. Había sido una guerra corta, pero cruenta. Herr Krakken había participado en ella desde los primeros combates alredeedor de Palanga. Partició en la toma de palanga y luchó en la terrible Batalla del Bosque Negro.
Cuando pasara el tiempo, muchos afirmarían haber combatrido en el Bosque Negro, pero muy pocos podrían afirmar con veracidad que habían durado en aquel campo más que Herr Kraken y su compañía de Horbiringer. Ellos estuvieron allí desde el principio. Formaban parte de la vanguarda del ejercto que cayo en la Emboscada tendida por los Lituanos. Como fieras del ultramundo, los paganos habían saltado contra el ejército de la orden. Cuchillo en mano, habían degollado a miles de hombres que, sorprendidos y desorganizados, murieron ahogándose en su propia sangre.
Solo unos pocos consiguienron formar en cuadros compactos. Al abrigo de una escarpada pared de rocas, Herr Kraken y su compñia se defendieron durante horas en una lucha desesperada por la vida.
No fué hasta el dia siguiente, cuando oyeron los cuernos de la orden mandando la carga y vieron aparecer, en la retaguardia del ejército Lituano los pendondes del propio Gran Maestre, supieron que tal vez vivirian para ver un nuevo amanecer.
Ni uno solo de los hombres del ejército Lituano logró escapar y en aquel campo de batalla cayó el propio rey lituano con el corazón atravesado por una lanza Teutónica. Pero el precio pagado fue enomre. De los Doscientos hombres que formaban la compañía de Krakken, solo quince lograron sobrevivir. Y aunque fueron comlmados de honores y el mismísimo Gran maestre nombró Komtur a Her Krakken, nunca podrían olvidar el horror que se vivió en la Batalla del Bosque Negro.Primero enterraron a sus muertos y después, un rugido de venganza arrolló Lituania. Cayeron Kaunas, Goradnia, Lida, Panezys y finalmente Vilna.
Sin embargo, no pasaría mucho tiempo antes de que Krakken volviera a entrar en combate. El Lobo Danés se había despertado y, desde el Norte, las nubes de guerra volvían sumir al mundo en sombras. Los mercenarios y milicianos habían sido licenciados y pronto volverían a sus hogares, en compañia de sus esposas e hijos. Los soldados de la Orden nunca harían eso. Su familia era la Orden y su vida, la guerra. Pronto marcharían hacia el norte y entonces, la tierra volvería a estremecerse bajo sus pies...