Tomado de
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Defenestración de Praga, acontecimiento ocurrido el 23 de mayo de 1618 en la capital del reino de Bohemia y que, en cierta medida, desencadenó la guerra de los Treinta Años. En esa fecha,
los condes Martinitz y Slavata, gobernadores en funciones y consejeros de Matías II —emperador germánico y rey católico de Bohemia (de hecho reemplazado ya por el que había sido designado sucesor suyo, Fernando II de Habsburgo)— fueron interpelados por un centenar de gentileshombres protestantes en el castillo de Hrad?any, en Praga. Éstos rechazaban, en nombre de la Carta de majestad de 1609, la administración del país por los católicos. Ante la resistencia de los consejeros, los gentileshombres los prendieron,
así como a su secretario Fabricius, y los arrojaron por la ventana: sin graves consecuencias, por cierto. Este incidente dio pie a los protestantes para rebelarse abiertamente contra la autoridad imperial y católica. El incidente fue aprovechado por las dos partes: los protestantes vieron en él el símbolo de su liberación, y los católicos el de la barbarie de los protestantes. Los nobles checos, al designar un rey efímero y grotesco en la persona del elector del Palatinado Federico V, arrastraron a toda Europa a un conflicto dramático que hizo resurgir las rivalidades tanto políticas como territoriales, económicas y religiosas.
Como nadie más ha respondido, le toca a Gil.