Mi sufrimiento comenzó con la Eurocopa de Francia del ´84 en la que ví por primera vez como caíamos en la final ante Francia por un golpe de mala suerte cuando a Arconada se le escapó el balón de entre las manos.
Luego vino el Mundial de México del ´86 en el que después de unos partidazos espectaculares volvimos a caer en cuartos en la tanda de penaltis esta vez frente a Bélgica y después de que el árbitro de turno nos hubiera anulado un golazo de Michel ante Brasil (aquel que pegó en el larguero y botó dentro para luego salirse).
Luego llegó el Mundial de EE.UU. del ´94 donde una Italia marrullera eliminó a una España demasiado ingenua en 1/4 otra vez con un estrepitoso fallo de Salinas solo ante el portero y un penalti, de nuevo, no pitado a Luis Enrique. Encima en aquella ocasión nos fuimos para casa con la cara partida...
Después volvimos a caer en la Euro de Inglaterra en el ´96 en 1/4 en la tanda de penaltis...
En el Mundial de Japón y Corea del ´02 volvimos a caer en 1/4 en los penaltis ante uno de los anfitriones (Corea) después de sufrir un arbitraje nefasto y totalmente casero habiendo permanecido invictos hasta el momento... y así una detrás de otra...
Lo dicho, llevaba 24 años de inmerecido sufrimiento con la Selección habiendo visto pasar varias generaciones de excelentes futbolistas a los que la fortuna les/nos había abandonado en el momento más inoportuno. Pero anoche, ay anoche, toda esa rabia contenida se desató convirtiéndose en una alegría y felicidad inmensa y no solo por el hecho de haber ganado sino por la forma en que lo hicimos, con autoridad, sin miedos, sabiendo competir y sin dar la menor oportunidad a que la suerte hiciera de las suyas.
Hoy el fútbol europeo está a nuestros pies quien sabe si mañana el resto del mundo también lo estará. Ojalá que así sea.
¡AUPA ESPAÑA!¡SOMOS CAMPEONESSSSSSSSSSSSS!¡OEEEEEEEÉ, OÉ, OÉ, OEEEEEÉ, OEEEÉ, OEEEEEEEEEEEEEEEÉ!
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