Decisiones (2na parte):
El rey cerró los ojos un momento mientras aspiró aire profundamente, la larga reunión le estaba nublando la mente. Aunque no se podía negar que había sido un buen monarca el fracaso de la política occitana le había hecho ver muchas cosas: la primera era que su joven reino estaba jugando una partida con jugadores mucho más poderosos que ellos, o sea, que si quería que la Corona de Aragón no fuese devorada por sus ambiciosos vecinos se tendría que jugar fuerte, muy fuerte; otra era que empezaba una era en que se tenían que tomar decisiones, por esto había decidido hacer esta reunión en un pequeño castillito de su dominio regio (territorios controlados directamente por el rey) y no en Barcelona para estar seguro que lo que se dijera aquí mañana no lo supieran todas las Cortes europeas; y la tercera y última lección y no menos importante que las otras, ni olvido ni perdón con los que ofenden Aragón, toda ofensa será vengada y los que la hayan proferido desearan no haber nacido.
Alfons el Casto, rey de Aragón
La voz del canciller Sancho de Aragón, hermano pequeño del rey, lo volvió a la realidad. Estaba explicando, con voz monótona, la situación diplomática en la cristiandad, principalmente la peninsular, y las posibles soluciones para hacer frente al peligro almohade, el más grave actualmente.
Canciller Sancho de Aragón.
- … por todo lo que he dicho anteriormente, creo que si queremos tener una mínima posibilidad de supervivencia ante el monstruo infiel la única opción es la unión de todos los reinos cristianos peninsulares. Ya sé que es un propósito muy difícil, porque nuestras relaciones están envenenadas por siglos de rivalidades y menosprecios, pero ahora será el momento de tragar nuestro orgullo y ayudar al que ayer odiábamos a muerte o perderemos todo lo que es nuestro en manos de los sarracenos. Para hacer frente a posibles fracasos lo mejor sería enviar un emisario en cada Corte pidiendo su ayuda militar en caso de un conflicto con los andalusíes.
- ¿No lo aceptarían mas fácilmente si también les damos otras razones, aparte del peligro almohade? – preguntó el maestro de espías Ricart de Tarrego.
Maestro de espías Ricart de Tarrego
- Tienes razón, en esto ya había pensado – contestó Sancho – El único modo de que los navarros confíen en nosotros es prometerlos que hasta que los musulmanes no hayan sido expulsados de la Península Aragón no atacará su reino; a Ferrando II lo podemos convencer diciéndole que siendo enemigo de los castellanos le iría bien un aliado que amenazase a sus enemigos por el flanco oriental; i en el caso de Sancho III le decimos que para combatir tranquilamente a su hermano no estaría nada mal saber que sus fronteras estén aseguradas.
Corona de Aragón
Hispania cristiana (de derecha a izquierda: Navarra, Castilla, León y Portugal)
- Muy bien hecho – dijo alegre, por ver que por fin la reunión estaba llegando a conclusiones interesantes, Alfons – Cuando volvamos a Barcelona aplicare al pie de la letra lo que has dicho. ¿Damos por cerrado asunto almohade?
- El plan de tu hermano es sabio teniendo en cuenta las circunstancias actuales – dijo el joven maestro de espías – Pero como él ha reconocido su éxito depende demasiado de la voluntad de nuestros vecinos. No obstante si aplicamos al mismo tiempo otro podemos hacer que el Califato se debilite hasta niveles críticos.
- ¿A qué te refieres? - Preguntó con curiosidad el conestable Amat de Thous.
Conestable Amat de Thous
- Como todo el mundo sabe no solo los cristianos odiamos con toda nuestra alma a Abu Yusuf Ya’qub al-Mumin y sus secuaces; los orgullosos emires i jeques andalusíes detestan la tiranía de los fanáticos bereberes y, aunque temen la fuerza de los cristianos, a la más mínima debilidad que muestren levantaran la bandera de la rebelión.
- ¿Qué propones? – inquirió el monarca queriendo saber hasta dónde llegar su consejero.
- El actual monarca controla con mano de hierro su reino pero An-Nasir, su único hijo, es un imbécil que no tendría controlada ni su mujer. Por tanto si el papa muere en un “triste y desgraciado accidente” y sube al trono su querido hijito, podemos asegurar que más de un alto señor posiblemente se repiense su lealtad. Como esta branca de la familia al-Mumin solo está formada por estos dos esperaría a que se casasen y que tuviesen hijitos pequeños, para evitar la subida al trono de un gran estadista y porque un monarca infante desestabiliza un reino más que muchas guerras.
- Me parece todo correcto – dijo Alfons sorprendido por la audacia del plan y ensimismado por las consecuencias si fallaba algo – Tendrás todo mi apoyo y será considerado de vital importancia. Antes de cerrar esta reunión me gustaría que el canciller Sancho nos informase de la política matrimonial de mis hijos que él ha considerado adecuada por los intereses del reino.
Califa almohade Abu Yusuf Ya’qub al-Mumin
An-Nasir
- Vuestra majestad tiene dos hijos: Pere, de doce años, y Alfonso, de seis años. Para el primero he considerado que lo mejor sería casarlo con la primogénita de Alfonso VIII, Elisa de Borgoña, que ahora tiene siete años.
Alfonso VIII, rey de Castilla
- Teniendo en cuento los fuertes lazos de sangre que hay en las nuestras familias ¿no hay un grave peligro de consanguinidad? – preguntó sorprendido por la propuesta el rey.
- Ya lo sé, ya lo he valorado. No obstante si este matrimonio engendra hijos estos serán los herederos del trono de Castilla, pues el monarca de este reino no tiene hijos varones y no parece, que ahora por ahora, no parece que vaya a tener. ¿Unir Aragón y Castilla no es una buena apuesta que valdría la pena los riesgos que conlleva?
- Como tú mismo has reconocido tu idea tiene bastantes peligros, pero si conseguimos unir los dos reinos en una sola corona me parece que bien pocos nos podrán menospreciar. ¿Para Alfonso que propuesta hay?
- En este caso también se juega el destino de una corona, y no una cualquiera.
- ¿Ahora qué sorpresa nos tienes preparada? – preguntó divertido Amat.
- Jerusalén. – y después de observar la cara de sorpresa de los otros continuó explicando apasionadamente su plan – Como ya sabéis todos hace más o menos un año que Guy de Lusignan subió al trono de este reino gracias su boda con Sibylla de Jerusalé, hermana del rey Badouin IV (
el que sale en “El Reino de los Cielos”) i madre del efímero Badouin V. Este matrimonio hasta ahora solo ha tenido hijas, siendo la más grande Alix de Lusignan que tiene siete años, y además Sibylla está cerca de los treinta, hecho que reduce la posibilidad de tener hijas. Ya sé que un matrimonio con tan alto significado simbólico puede que hubiera sido mejor reservarlo para tu heredero, pero he pensado que como es reino demasiado alejado de Hispania y teniendo a su lado al poderoso Egipto ayyubida seria meternos en una zona conflictiva que podría dejar demasiado agotado Aragón; por lo tanto con esta boda extenderíamos nuestra influencia sin tener que intervenir directamente. ¿Qué os parece mi idea?
Jerusalén ¿la futura capital de un reino cruzado catalán?
- Me parece perfecto – y dicho esto prosiguió con voz alegre viendo que todo la tediosa reunión había llevado a interesantes resultados – Hermano mío, y a todos en general, os felicito por el trabajo hecho. Estoy orgulloso de vosotros. Si nadie más quiere tratar un tema nuevo doy por finalizada la reunión, ¿alguna objeción? ¿No hay ninguna? Muy bien, la doy por finalizada. No hace falta comentar que cuando dentro de dos días lleguemos a Barcelona empezaremos a aplicar todo lo que hemos decidido aquí, y por favor poner todo vuestro corazón cuando lo hacéis porque de esto dependerá el futuro de nuestro reino.