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Almansa, como era una batalla del s. XVIII.
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TEMA: Almansa, como era una batalla del s. XVIII.

Almansa, como era una batalla del s. XVIII. 16 Mar 2009 21:19 #24585

Con el lanzamiento del Empire TW parece que apetezca más leer sobre la historia de batallas del s.XVIII. Aquí os cuento lo que he encontrado sobre la que considero una de las batallas más importantes de nuestro s. XVIII. Espero que os guste.

El 25 de Abril de 1707 se libró una batalla en el término municipal de la localidad de Almansa (Albacete), en el contexto de la internacional Guerra de Sucesión al trono de España y durante la campaña por el control del reino de Valencia, feudo austracista.
Se trata de uno de esos momentos en los que la Historia parece burlarse de sus protagonistas para demostrar la pequeñez del ser humano; así sólo se explica el que en la batalla en que se jugaban los valencianos su futuro no participasen apenas tropas de “maulets”; o que paradójicamente hubiese un Regimiento Valencia en el bando borbónico (posteriormente rebautizado “Jaén”); o que las tropas inglesas que intervinieron estuviesen comandadas por un general francés al servicio de Inglaterra, mientras que las francesas estuviesen dirigidas por un general inglés bajo protección de Francia.
Fue, en definitiva, una batalla llena de innovaciones y curiosidades y que supone un punto crucial en la historia política de España.

BATALLA DE ALMANSA (25/4/1707)
CONTENDIENTES:
-Austracistas o coaligados: (13.400 efectivos)
·MANDO: Henri Massue de Ruvigny (Conde de Galway) y Antonio Luis da Sousa (Marqués das Minas)

·Reino de Portugal
·Reino Unido de la Gran Bretaña
·República de las Provincias Unidas de los Paises Bajos

-Borbónicos, conocidos como ejército de Las Dos Coronas: (22.000 efectivos)
·MANDO: James FitzJames Stuart (Duque de Berwick)

·Reino de Francia
·Reino de España

RESULTADO:
Importante victoria borbónica que les deja expedito el avance hasta Valencia capital y el control de dicho reino. Los austracistas pierden todo un ejército.
-Borbónicos: 2.500 bajas*.
-Austracistas: 5.000 bajas* y 6.000 prisioneros*. Se estima que se pierden 2/3 de efectivos.
(* estas cifras incluyen personal auxiliar y mandos, a diferencia del anterior cómputo de efectivos. Según cálculos aproximativos).

DESARROLLO:

Durante el invierno de 1706/1707 se habían producido escasas operaciones militares; los borbónicos se ocupaban de reforzar su control de la frontera sur de Valencia, ocupando Elche y Orihuela, mientras el grueso del ejército hibernaba en el cuartel general de Berwick en Jumilla, esperando la llegada de refuerzos desde Francia.
Por su parte, los austracistas concentraban la mayor parte de sus fuerzas en torno a la capital valenciana y desembarcaban refuerzos ingleses y holandeses en Alicante.
A finales del invierno, los coaligados iniciaban un doble avance, desde la capital y desde Alicante en dirección al “corredor de Almansa”; creían erróneamente que el ejército de las Dos Coronas estaba muy debilitado y disperso. En realidad, las tropas francoespañolas eran más numerosas y estaban más cohesionadas y mejor armadas, aunque se encontraban muy dispersas por la frontera sur, reforzando las guarniciones de las poblaciones estratégicas.
Sólo a principios de abril comenzó el Duque de Berwick a concentrar a los borbónicos en la zona entre Almansa y Chinchilla, para cerrar el paso hacia la llanura castellana al enemigo. La tardanza en concentrar a sus tropas pudo costarle un disgusto a Berwick, pues los rápidos avances de los aliados estuvieron a punto de sorprenderle con sus tropas aún dispersas; finalmente, la dura resistencia de Villena ante los austracistas le “salvó el cuello” a Berwick, concediéndole 5 valiosos días para finalizar su reagrupamiento en Almansa.

A las 4 de la madrugada del 25 de abril de 1707 las tropas de la Alianza, formadas en 4 grandes columnas paralelas, ya habían iniciado su salida del campamento de Caudete en dirección a Almansa. Al mediodía, desde lo alto de las lomas del este del corredor de Almansa, vislumbraban al enemigo por primera vez, esperando en perfecta formación, más numerosos de lo esperado, más frescos y ocupando las posiciones más favorables frente a la población de Almansa. Inmediatamente y sin descansar tras haber marchado cuesta arriba muchas horas, se daba la señal para formar el orden de batalla:

Por el bando austracista, se disponía para la batalla una amalgama de tropas de muy diversa procedencia, con preeminencia de soldados portugueses con armamento y tácticas anticuadas y desmotivados para el combate; en segundo término, los ingleses, eran tropas mucho más profesionalizadas y finalmente los holandeses y los hugonotes franceses (exiliados protestantes armados por holandeses e ingleses) eran los menos numerosos, pero a la vez las tropas más motivadas y disciplinadas (por ello formaron en el centro). Cabe destacar de los holandeses que eran los maestros del “fuego holandés”, capaces de ofrecer una cadencia de fuego contínuo gracias al sistema de disparo por pelotones*. El mando de estas fuerzas heterogéneas era colegiado entre el marqués Das Minas y el conde de Galway, dos militares imprudentes e incompatibles que debían dirigir un ejército difícil de coordinar, que difería incluso en las señales de mando.

*Gráfico de un batallón de “fuego por pelotones” a inicios del XVIII. (click para ampliar)


El Duque de Berwick, en cambio, era el único general al mando de los suyos y es difícil de imaginar que en esos momentos albergase alguna duda sobre sus posibilidades: sus tropas, francesas y españolas a partes iguales, estaban mucho más curtidas, disponían de mejor armamento y estaban mucho más cohesionadas, teniendo además, los franceses, la consideración de gran potencia militar de la época; especialmente destacaban los franceses en el órden férreo de sus formaciones y en sus cargas de infantería “à prest”. Sin embargo, el factor determinante para la victoria borbónica iba a ser otro: su gran superioridad numérica en caballería. La artillería iba a tener escasa influencia en el resultado de la batalla; había superioridad de los francoespañoles: 24 contra 20 piezas artilleras.
Como hemos dicho, numéricamente, también estaban los borbónicos en ventaja: 22.000 frente a 13.400 hombres; sólo la excesiva autoconfianza podría arrebatarle a Berwick la victoria.

Los dos ejércitos plenamente desplegados formaban dos líneas de 6 km. de longitud, según la clásica disposición en doble línea paralela, con dos alas y cuerpo central. Como siempre, la caballería se situaba en las alas para aprovechar su movilidad.

Fueron los austracista quienes comenzaron el acercamiento desde el este del término municipal. A kilómetro y medio de las líneas enemigas se detuvo el avance, esperando la señal para iniciar el combate.

DISPOSICIÓN PARA LA BATALLA
(imágenes reproducidas con autorización de “almansa2007.usuarios.tvalmansa.com”)


A las 15,00h se inicia un ineficaz combate de fuego artillero, al tiempo que la caballería de Dragones ingleses cruza el río de Los Molinos desde el ala izquierda de los austracistas; su objetivo es una batería artillera demasiado adelantada al ala derecha borbónica. Entre los escuadrones de caballería se observan batallones ingleses a pie: los aliados son conscientes de su inferioridad en caballería e intercalan infantería entre sus escuadrones para compensar.
La respuesta borbónica es rápida: desde su ala derecha avanza la caballería de la Guardia Real española para contraatacar. Éstos ponen en fuga a la caballería inglesa, pero en su persecución se tropiezan con la infantería inglesa que reforzaba el avance de sus dragones. Tras recibir varias descargas de fuego a escasa distancia los españoles también se retiran; sin embargo, varias veces más se repetirá esta serie de ataques y contraataques en este ala del frente.

Mientras tanto, ambos ejércitos han ido avanzando acompasadamente, al ritmo de los timbales, hasta alcanzar la distancia de fuego, unos 90 metros. En ese momento vuelve a detenerse el avance de ambos bandos y las primeras líneas de fusileros inician el intercambio de fuego.

Tras esta fase de desgaste llega el momento de la lucha; son las 15,30h aproximadamente cuando el frente borbónico decide pasar al ataque y sus batallones de 1ª línea reinician el avance bajo un fuerte fuego defensivo del enemigo.
Por primera vez los generales aliados han cedido la iniciativa y es en ese momento cuando el Ejército de las Dos Coronas encaja sus mayores pérdidas: durante la marcha, las brigadas francoespañolas del centro, entre el humo y el ruido de los disparos, son incapaces de coordinarse entre ellas y algunas de ellas, en su ímpetu, se adelantan al resto exponiendo sus flancos y dejando brechas en la línea. Los batallones de la Brigada Couronne son apabullados por una lluvia de plomo y se convierten en las tropas borbónicas con más bajas de toda la batalla. Finalmente, tras un durísimo castigo, el centro borbónico comienza a vacilar, si bien las alas continuan su marcha imperturbable.


PRIMEROS COMBATES
(imágenes reproducidas con autorización de “almansa2007.usuarios.tvalmansa.com”)



Ahora, de nuevo, vuelve a aflorar la impaciencia de Galway y Das Minas. El centro de los aliados recibe la orden de contragolpear a los dubitativos batallones francoespañoles y vuelven a avanzar concentrandose en los batallones enemigos más mermados. Los batallones holandeses e ingleses demuestran su fiabilidad en el fuego de mosquetería, mientras que los portugueses despachan los restos de la Couronne con un ataque combinado de infantería y caballería. El efecto del contraataque es, en principio, demoledor y varios batallones borbónicos se baten en una atropellada retirada. Algunos batallones españoles de la Brigada Castilla consiguen guarecerse en la zona del Pozo de Nieve. La ofensiva francoespañola ha sido rechazada, su centro se desmorona y el combate en las alas se estabiliza, aunque allí los aliados han tenido que echar mano de todas sus reservas de caballería.

La punta de lanza del contragolpe austracista, un batallón inglés y uno holandés, penetra en el campo enemigo como un estilete en la carne: consigue romper no sólo la 1ª línea, sino que también abre brecha en la retagurardia y llega ante las puertas de la ciudad manchega.

Estamos en el momento crucial de la batalla y sorpresivamente el ejército de Las Dos Coronas, pese a su neta superioridad, está partirdo en dos. Son las 16,00h.

En ese momento, la prioridad de Berwick es que las dos alas se mantengan firmes y tratar a cualquier precio que la brecha no se ensanche: si por allí consiguen penetrar más batallones austracistas, éstos cogerán por la retaguardia a ambas alas y la carnicería estará asegurada.




Sin embargo, las apariencias son engañosas y el contragolpe de los aliados ha sido un arma de doble filo: ha acabado de agotar a los fatigados batallones austracistas y el avance por la brecha del centro no mantiene el ímpetu inicial por esta razón. Además, la presión austracista en las alas ha aflojado y los borbónicos mantienen allí tropas inactivas. Más aún, los francoespañoles siguen manteniendo su superioridad numérica y táctica: ha sido una temeridad contragolpear con tanta inferioridad en caballería y Berwick lo sabe.

16,15h. James FitzJames Stuart, duque de Berwick e hijo bastardo del depuesto rey católico de Inglaterra, ha decidido que este y no otro va a ser el momento de recuperar su sitio en la Historia. Ha llegado el momento de recurrir a sus mejores unidades, inactivas en la 2ª línea de las alas; su caballería española del ala derecha, los escuadrones de los Órdenes Viejos, se lanza en el acto contra el flanco de los exhaustos batallones austracistas que atraviesan la retaguardia borbónica. Los batallones Blood y Belcastel son barridos en el acto y Berwick consigue cerrar la brecha en su 2ª línea. Con este simple hecho, la situación de la batalla ha dado un giro de vital importancia: ahora los batallones coaligados que han penetrado por la brecha se encuentran taponados por la retaguardia enemiga; en otras palabras, los austracistas se encuentran “embolsados” en una trampa mortal.
Mientras tanto, los batallones de infantería francoespañoles inactivos en ambas alas son enviados al centro a reforzar los bordes de la brecha y allí cogen de flanco a un enemigo atrapado entre dos fuegos. El infierno se cierne sobre muchos batallones de ingleses, portugueses, holandeses y hugonotes que no van a conseguir salir de allí nunca. De hecho, es en estos instantes cuando se produce uno de los mayores derramamientos de sangre de la guerra en la península.


MOMENTO CRUCIAL
(imágenes reproducidas con autorización de “almansa2007.usuarios.tvalmansa.com”)



El vuelco de la situación ha sido tan drástico, que la “bolsa mortal” está a punto de engullir también al centro de la 2ª línea de los aliados, que ha penetrado en la brecha al desconocer que su ofensiva ha sido taponada. Sin embargo el Conde Donnha, al mando de la 2ª línea, es informado a tiempo y consigue recuperar de la bolsa unos 12 batallones mediante una acción ingeniosa: manda quitar las insignias de los batallones y ordena tocar una marcha francesa mientras se alejan. La 2ª línea austracista se mantendrá, pero el centro de la 1ª es insalvable.
Con el centro controlado y el duro correctivo aplicado al enemigo, Berwick se deja guiar por su olfato: supone que un rápido y certero golpe en las alas desplomará la ya débil resistencia de los coaligados; eliminando su caballería, las alas austracistas podrían ser fácilmente engullidas. Una vez más acierta. Los 5 batallones de infantería francoirlandeses de la Brigade du Maine son movilizados desde la 2ª línea del ala derecha, su objetivo: la infantería intercalada que protege los restos de la caballería angloholandesa (ala izquierda austracista). A bayoneta calada, la impetuosa carga de la brigada del Maine consigue eliminar la pantalla de infantería que protege a la caballería enemiga, que queda a merced de la caballería borbónica.
En el ala derecha austracista (la zona portuguesa) sucede algo similar con la caballería portuguesa, aunque los historiadores desconocen los datos exactos. En cualquier caso, el resultado es que la desgastada caballería de los coaligados huye en desbandada de ambas alas, avasallada por la superioridad francoespañola: las espaldas de las alas austracistas ya no están a salvo. Es el principio del fin para ellos.

16,30h. En a penas un cuarto de hora, la batalla ha pasado de estar casi ganada a ser una debacle para Das Minas y Galway; es evidente que ambos han sobrestimado las prestaciones de su ejército.
Hostigadas constantemente en sus flancos por las cargas de la caballería borbónica, las dos alas austracistas comienzan a retirarse. Donnha, por su parte no detiene la retirada de sus batallones de 2ª línea; ahora lo más importante es salvar todas las tropas posibles.
En el ala de los portugueses es dónde más patente se hace la diferencia entre los dos ejércitos: lo que en principio es una retirada ordenada, la descoordinación lo convierte en una estampida de soldados aterrorizados que tiran sus armas y corren sin mirar atrás. Y es que, a diferencia del resto de tropas de la batalla, los lusos son los únicos que no han sido instruidos para hacer una retirada escalonada, lo que convierte un repliegue ordenado en un ejercicio imposible ante el acoso enemigo. En esta zona, la batalla pasa a convertirse en una cacería para la caballería francesa.
Los restos del ala angloneerlandesa, a su vez, consiguen unirse con dificultad a la columna de Donnha, que ya encara el este hacia los cerros.
Sin el apoyo de su caballería, la retirada se prevé muy penosa y la salvación casi imposible para los derrotados.

17,00h. Aún así, algunos batallones portugueses resisten obstinadamente: sabedores de que en marcha serán barridos, deciden detenerse y afrontar a la caballería borbónica; finalmente la caballería española del ala derecha, bajo las órdenes de D’Asefeld, cae sobre sus espaldas cruzando el campo de batalla desde el otro extremo. La resistencia cesa al fin.

FINAL
(imágenes reproducidas con autorización de “almansa2007.usuarios.tvalmansa.com”)


Durante buena parte de la tarde y de la noche prosiguió la retirada de los coaligados, acosados incansablemente por la caballería de Berwick. De lo que se trataba ahora era de que quedasen con vida el menor número posible de tropas austracistas que pudiesen reforzar las defensas del territorio valenciano.
En la mañana del día 26 se rindieron los últimos batallones de Donnha, que habían llegado hasta los Cerros de los Prisioneros, así llamados porque se apresaron allí más de 2.500 hombres quebrados por el cansancio y las heridas.
El objetivo de Berwick fue cumplido con creces: prácticamente un ejército entero, con sus oficiales y altos mandos, había sido muerto o hecho prisionero. Valencia quedaba casi desprotegida y al alcance de su mano.

El recuerdo de tan importante victoria ha pervivido hasta la actualidad en muchas localidades castellanas, especialmente en Almansa, dónde en alguna fiesta popular se sigue celebrando el momento en que un personaje del pueblo, tras la batalla de 1707, entra en el municipio anunciando a gritos la feliz noticia.
Sin embargo, no es menos vívida la evocación de la célebre batalla en el bando que sufrió las consecuencias de la derrota. En tierras valencianas es aún muy popular el refrán “quant el mal ve d’Almansa, a tots alcança” –cuando viene el mal de Almansa, a todos alcanza-, que recuerda la sangrienta represión borbónica que sufrió dicho reino tras la conquista.
Tampoco los británicos olvidarían una derrota que su monarquía consideró humillante.
Sir Winston Churchill, durante la 2ª Guerra Mundial, comparaba las primeras derrotas sufridas ante los nazis con el revés sufrido en Almansa. Y aún a mediados del s. XVIII, entre los soldados ingleses que se batían en Norteamérica contra los franceses, a orillas del St. Lorenz, se popularizó una canción que reclamaba cierta vendeta por la afrenta de Almansa:

Down by a crystal river side,
I fell a weeping;
To see my brother soldier dear,
Upon the ground lie bleeding.

It was from the Castle of Vino,
We marched on Easter Sunday;
And the battle of Almanza,
Was fought on Easter Monday.

Full twenty miles we marched that day
Without one drop of water;
Till we poor souls were almost spent,
Before the bloody slaughter.

Over the plain we marched along,
All in the line of battle;
To the beat of drums and colours fly
And thundering cannons' rattle.

Brave Gallaway, our General,
Cried, ' Fight on ! while you may;
Fight on! brave-hearted Englishmen,
You're one to five this day.'

'Hold back ! nor make the first attack
'Tis what they do desire:
But when you see my sword I draw,
Let each platoon give fire.'

We had not marched some paces three,
Before the small shot flew like thunder
Hoping that we should get the day,
And likewise all the plunder.

But the Dutch fell on with sword in hand
And that was their desire;
Thirty-five squadrons of Portuguese,
They ran and never gave fire.

The Duke of Berwick, as I have been told
He gave it out in orders,
That if the army should be broke,
To give the English quarters.

'Be kind unto my countrymen,
For that is my desire;
With the Portuguese do as you please,
For they will soon retire.'

Now to conclude and make an end
Of this my dismal story
One hundred thousand fighting men
Have died for England's glory.

Let no brave soldier be dismayed
For losing of a battle;
We have more forces coming on
Will make Jack Frenchman rattle.

FUENTES:

- almansa2007.usuarios.tvalmansa.com (web con información detallada sobre la reconstrucción histórica de la batalla que cada año tiene lugar en la localidad manchega).
-MIRA, Joan F., “Almansa 1707. Después de la Batalla”, Ed. Bromera, Alzira, 2006.
-CERVERA TORREJÓN, José Luis, “La Batalla de Almansa. 25 de Abril de 1707”, Corts Valencianes, Valencia, 2000.

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Re: Almansa, como era una batalla del s. XVIII. 16 Mar 2009 23:26 #24602

Gracias por la información. Viene de perlas ahora que estamos de lleno en el Empire.
un +1

Re: Almansa, como era una batalla del s. XVIII. 16 Mar 2009 23:36 #24605

Bravo!!!!

Aún me encuentro algunos pocos que dicen aquello de "toda la culpa la tiene Almansa..."

Saludos Mataplana.


Re: Almansa, como era una batalla del s. XVIII. 17 Mar 2009 19:56 #24720

La verdad es que he aprendido mogollón informándome para hacer este post, sobre todo de cómo funcionaban los batallones y su disciplina de tiro (me he tenido que dejar fuera muchos detalles sobre esto!).
Si os interesa la época os recomiendo visitar la web de Almansa que cito; ¡es impresionante que todos los años hagan la recreación histórica!.
Por cierto, ¿el Empire es realista en los asuntos tácticos?, aún no lo tengo y me gustaría saber si cumple con un mínimo de realismo .

Gracias Alba por el +1, aunque no sé muy bien lo que significa :-) )

Y síp, Acre, Almansa es muy popular en Valencia y en España, aunque también tuvo su resonancia en toda europa.

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Re: Almansa, como era una batalla del s. XVIII. 21 Mar 2009 12:24 #25184

El general inglés al servicio del Borbón es el que entronca con la Casa de Alba. La duquesa de Alba es una Fitz-James Stuart.

Muy buen post Metaplana

"Nuevos hermanos celtis, soy Jeno;
En el multi, perro viejo,
con dos pelotas de acero,
¡Respetadme!
y enseñadme a vencer de nuevo."

Re: Almansa, como era una batalla del s. XVIII. 24 Mar 2009 23:23 #25464

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jaja muy bueno tio :D


Gracias Regne

Re: Almansa, como era una batalla del s. XVIII. 16 Abr 2009 18:15 #27117

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Magnífico Post.

Yo soy de Almansa y me alegró ver este Post con una batalla tan famosa como la de Almansa.

Este 25 y 26 de Abril se producirá la Recreación de la batalla el sábado y el domingo con gente venida desde Valencia, Italia, Gran Bretaña, Francia y muchos más. Si soy amantes de la história os aconsejo que valláis y luego compareis con las batallas del Empire :wowowo:

Aquí os dejo esta página con algunas fotos:

http://almansa2009.blogspot.com/


Saludos

Re: Almansa, como era una batalla del s. XVIII. 20 Abr 2009 20:44 #27446

Celtiberojeno escribió:
El general inglés al servicio del Borbón es el que entronca con la Casa de Alba. La duquesa de Alba es una Fitz-James Stuart.


:shock: ... ¡es verdad! lo he comprobado en la wiki. A eso se le llama estar en decadencia: una familia que desciende de reyes, de generales victoriosos y amigos personales del mismísimo Luis XIV y que acabe luchando ... contra Mariñas y compañía .
:twisted: Eso sí, seguro que doña "Caye" tiene más cicatrices que su antepasado (la estética es peor enemiga que el más fiero batallón de granaderos). :rolf: ¡Redios qué fea!!

Delte, hace unos años coincidí en Almansa durante los actos de la recreación y desde entonces que me he interesado por la batalla. Está muy bien, sobre todo por ver a gentes venidas de otros países que se lo toman muy en serio y que no vienen sólo a figurar; es una lástima que en nuestro país no se hagan más cosas así.

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Re: Almansa, como era una batalla del s. XVIII. 17 Sep 2009 21:56 #35260

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Interesante, muy interesante.

Sería un puntazo recrear una batalla como esta en el ETW... un 2v2, con un patrón preestablecido. Un reto.

Re: Almansa, como era una batalla del s. XVIII. 17 Sep 2009 22:25 #35263

  • Berdi
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Recrear un combate así estaría guapísimo...

y ¡¡BUMM!! se convirtieron en Chocapic xD

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