Quesito para Esparti!!!!
Cito:
«... Iba casi solo, cuando un arcabucero le mató el caballo, y yéndo a caer con él, llegó un hombre darmas de la compañía de D. Diego de Mendoza, llamado Joanes de Urbieta, natural de la provincia de Guipúzcoa, y como le vió tan señalado, va sobre él al tiempo que el caballo caía; y poniéndole el estoque al un costado por las escotaduras del arnés, le dijo que se rindiese. El viéndose en peligro de muerte, dijo: «La vida que soy el rey». El guipuzcoano lo entendió, aunque era dicho en francés; y diciéndole que se rindiese, él dijo: «Yo me rindo al Emperador». Y como esto dijo, el guipuzcoano alzó los ojos y vió allí cerca al alférez de su compañía que cercado de franceses estaba en peligro; porque le querían quitar el estandarte. El guipuzcoano, como buen soldado, por socorrer su bandera, sin acuerdo de pedir gaje o señal de rendido al rey, dijo: «Si vos sois el rey de Francia, hacedme una merced». El le dijo, que él se lo prometía. Entonces el guipuzcoano, alzando la visera del almete, le mostró ser mellado, que le faltaban dos dientes delanteros de la parte de arriba, y le dijo: «En esto me conoceréis»; y dejándole en tierra la una pierna debajo del caballo, se fué a socorrer a su alférez, y hízolo tan bien, que con su llegada dejó el estandarte de ir a manos de franceses. Luego llegó adonde el rey estaba otro hombre darmas de Granada, llamado Diego de Avila, el cual como al rey viese en tierra con tales atavíos, fué a él a que se le rindiese, el rey le dijo quien era y que el estaba rendido al emperador; y preguntándole si había dado gaje, él dijo que no. El Diego de Avila se le pidió, y él le dió el estoque que bien sangriento traía y una manopla; y apeado Diego de Avila trabajaba sacarle debajo del caballo. Y en esto llegó allí otro hombre darmas, gallego de nación, llamado Pita, el cual le ayudó a levantar y tomó al rey la insignia que de Sant Miguel al cuello traía en una cadenilla, que es la orden de la caballería de Francia, y tráenla como los del Emperador el Tusón.».
La Batalla de Pavía y sus resultados, por Z. García Villada. Razón y Fe, Tomo 71, pág. 310.
Saludos