Los alemanes en la 2ª Guerrra mundial. El comandante Friedrich von Arnauld de la Perriére.
Este comandante ordenó la modificación de cuatro hidroplanos de reconocimiento Friedrichshafen FF 29 para que pudiesen llevar 26 bombas de 227 gramos (media libra) en su unidad localizada en la base de Zeebrugge, haciendo historia cuando uno de sus aviones el día de Navidad de 1914, voló a través del Canal de la Mancha subiendo por el río Támesis, dejando caer sus bombas en las afueras de Londres, realizando escasos daños. A pesar de que este hidroplano fue perseguido por 3 interceptores británicos regresó a su base sin problemas. En esta misión el hidroplano tuvo más problemas de combustible que por las balas británicas.
Posteriormente, animado por su éxito, Arnauld y Forstmann especularon con que podrían incrementar el número de sus hidroaviones poniendo los aviones en posición de despegue en las cubiertas de los submarinos y después de hacer que el submarino estuviera parcialmente sumergido, lanzar los aviones de tal forma que se quedaran ya flotando. El 15 de enero de 1915, el SM U-12 abandonó su base de Zeebrugge transportando en su cubierta un FF 29 armado con bombas. El submarino salió del puerto, pareciendo pequeño comparado con los 16,2 metros (53 pies y 2 pulgadas) de envergadura de las alas de los aviones, casi una tercera parte de los 57,3 metros (188 pies) de longitud del submarino de patrulla costera. Sin embargo, después de que el U 12 abandonó la seguridad del rompeolas, el capitán se dio cuenta que la marejada que había podría inundar los aviones y poner en peligro la operación, así que ordenó inmediatamente lanzar al agua el hidroavión.
Forstmann inundó los tanques delanteros del submarino, pero a pesar de ello, Arnauld consiguió que el hidroavión saliese a flote desde la cubierta sin mucha dificultad y despegó. Después de alcanzar suficiente altitud, el avión de Arnauld se dirigió hacia la costa británica. El oficial alemán aparentemente voló por toda la costa inglesa sin ser detectado y volvió a Zeebrugge. El experimento había sido un éxito, en la medida en que el avión había llegado al mar y había salido flotando desde la cubierta del submarino. Sin embargo, era obvio que eran necesarias algunas mejoras en el procedimiento.
Arnauld y Forstmann propusieron más experimentos de desarrollo al Comando Naval Alemán, pero fueron vetados por considerar su proyecto técnicamente impracticable. Los planes siguieron congelados hasta el año 1917 cuando se investigó la posibilidad de incrementar el asombroso poder de los nuevos submarinos alemanes, tal como el crucero de largo alcance de tipo Unterseeboote, equipados con aviones para expediciones (pequeños hidroaviones que podían ser armados y desarmados rápidamente a bordo y guardados en compartimentos especiales en la cubierta). Pero al final la idea fue abandonada debido al fin de la guerra