Vuestros ejércitos amenazan a mis aliados, Sicilia y Rusia. Además cuando mis tropas avanzaban triunfales hacia Constantinopla (de ahí sale ese ejército...) mi correligionario, el sultán se avino a un ladino tratado con vos para que nuestra Yihad no tuviera el éxito merecido. Si no puedo castigar a mi hermano en la fe puedo ayudar, poco por la lejarnía, a mis aliados que han aguantado vuestro terrible empuje. Ese ejército está condenado, pero morirá matando como corresponde a los hijos de Alá.
Allah Akkbar!